Golondrinas. 14 de enero de 2023. Comodoro Rivadavia, Chubut.
En Chile hay montones de golondrinas, en Argentina también. Yo mismo he vivido en más de un lugar donde están, por ejemplo en Mantagua se supone que es sencillo verlas, pero yo no las recuerdo. En Pucón me encontré con ellas y su vuelo, sus colores, sus alas tan características.
¿Por qué no las recuerdo? No importa. ¿Cómo las olvidé? Viviendo demasiado tiempo en una ciudad demasiado gande. Esto no es una crítica a la ciudad -ni a esa ni a otras- es un registro de mi sorpresa al enterarme de algo que debería haber sabido, es una afirmación de mi gusto por estar afuera, con la naturaleza.
La ciudad me pone nervioso. No, la gente me pone nervioso. ¿Las muchedumbres me ponen nervioso? La hostilidad habitual de los lugares grandes no hace buena combinación con mi ansiedad, y me encierro. Mi casa me hace feliz. ¿Pero encerrado en mi casa cómo voy a ver las golondrinas? Desde que me fui de la ciudad, esa ciudad, he visto más pájaros que nunca, los he mirado más que nunca. Y eso me gusta mucho.
Este es un recordatorio a mi mismo: tienes que seguir estando afuera si quieres estar con los pájaros.
Mi familia: dos personas y una perra. 7 de diciembre de 2022. Bahía Murta, Aysén.
Mi familia somos dos personas y una perra. Maca, Umi y yo.
Hemos vivido en varios lugares y desde hace 2 meses estamos viviendo en distintos alojamientos y viajando en auto con todas nuestras cosas. Partimos desde Pucón en octubre y el destino es Montevideo pero estamos aprovechando de conocer la Patagonia. Hemos visto muchas cosas muy bacanes.
Andamos siempre juntxs lxs tres y salimos a pasear lo más posible.
Las tres actividades favoritas de la Umi son: pasear, jugar con la pelota, meterse al agua.
Pero igual necesitamos internet.
Para trabajar.
La Umi no.
Uno. 6 de diciembre de 2022. Bahía Murta, Aysén.
Hace años que no tengo un blog, no me acuerdo cuántos. Me pareció que este era un buen momento para hacer uno, y de la misma forma en que lo hacía al principio, escribiendo HTML. No necesito una base de datos para escribir un poco de texto, y de eso se trata al final.
Tengo hace meses dando vueltas un cosa que me dijo un amigo, de la nada: "a ti que te gusta escribir". Y a mi me gustaba muchísimo escribir, pero ya no lo hago. Dejé de hacerlo porque dejé que querer que alguien me leyera o pudiera hacerlo, no tenía nada que decir para nadie más, y nunca volví.
Ahora saco fotos, eso no ha cambiado, pero no escribo nada para acompañarlas, apenas alguna frase o un par de emojis. Hace un par de meses pensé mucho en el texto para acompañar una foto de Instagram, en la historia de por qué la saqué, y al final no puse ni una palabra. A veces no entiendo por qué hago las cosas.